la familia es mejor

Nuevo callejero atendió a padre e hijo en el baño de casa. Sonó la campana. Abrió la puerta y se encontró cara a cara con dos hombres que querían entrar. El chico reconoció al menor, un chico buenorro con el que ya se había metido. El segundo fue presentado más tarde: era su padre. Pronto el bastardo se dio cuenta de que estaba de suerte porque dos machos querían probar su cuerpo. El ambiente se calentó y hubo ese manoseo al material de las cabras, pero al tipo le daba vergüenza follar con su propio hijo, y como el lugar era un gatito, el único lugar cerrado era el baño. Y fue allí donde entró con el chico grande, mientras el maduro esperaba su turno para plantarle la polla.