Después de la cerveza, Bahian le dio un puñetazo al tipo en el trasero de su amigo. Siempre se empieza con una o dos botellas, esa era la intención, pero cuando la pareja de amigos lo vio, ya había doce botellas sobre la mesa. Es hora de volver a casa, dijo el bahiano, ya un poco mareado. Aterriza en casa, no conducirás así, sugirió el travieso, imaginando ya lo que podría pasar en las primeras horas de la mañana.
Ingrese el nombre de usuario o correo electrónico que utilizó en su perfil. Se le enviará un enlace de restablecimiento de contraseña por correo electrónico.