Pardós

Saliendo con zé droguinha perdido en la noche. Por las noches los gatos son marrones y como no, salen a la calle a hacer “travesuras”. Nuestro hijo regresaba del bar temprano en la mañana cuando vio al pequeño sentado en el banco del parque, solo y en actitud sospechosa. Si fuera “bueno” habría pasado de largo, pero como estaba en la traviesa brisa de la cachaça decidió parar y entablar una conversación. Hubo una pelea ahí mismo pero pensaron que sería mejor quedarse en el cementerio. Pero incluso los niños tienen límites cuando se trata de quejarse, así que la manera fue arrastrar al niño para que terminara el trabajo en casa.