La corona pasiva se llevaba bien con un vigilante guapo.

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Trabajo bien hecho

La corona pasiva se llevaba bien con un guardia guapo. A quien le guste comerse el culo hay que comerlo de la forma correcta. No se trata sólo de meter el palo en el rugoso y ya está bien. Hay que saber hacerlo, tener el don del engaño. El joven vigilante lo tiene y demuestra su talento cada vez que visita la casa del anciano. Es leña con fuerza, empujando y haciendo que el niño vea estrellas.
La corona pasiva se llevaba bien con un vigilante guapo.

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