Hasta altas horas de la noche chupando la polla del explorador de su boca. Es de noche cuando el pueblo suelta las fieras y realiza sus vicios, sus defectos. Nuestro ternero se subió al coche y fue en busca de su trasto favorito. Se detuvo cerca de la boca y pronto se acercó el recepcionista, un famoso explorador. ¿Y entonces qué será? ¿polvo, hierba, loló o caramelo? El niño respondió con cara seria: pega, rueda, jode… ¿lo tienes? El hermano se rió, se rascó los huevos y respondió: sí, lo hay, papá. ¿Cuánto pagas por ello? Aprovecha que la botella está llena…
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