buen caboclo

Aceptó cuando su amigo le pidió que se lo metiera, le dijo que sí, pero que no contaba con que el bruto le iba a doler. Puedes ver que la cosa te duele, te molesta cuando la persona pasiva bloquea con sus manos a la activa, para que se lo tome con calma. Aun así, el flaco se mantuvo firme y fuerte, hasta que su gigantesco compañero se sacó y eyaculó su producto, producido en las bayas guardadas en la enorme bolsa. Todavía hay un tercero en escena, encargado de filmar el sexo y que también debe haberse emocionado. A cualquiera que disfrute del sexo con cafuçus da gema le agradarán los hermanos. Cachonda total.